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domingo, 20 de abril de 2014

Una pascua distinta

Siempre critiqué la compra de huevos de pascua como algo innecesario y que incentiva el consumo irresponsable, pero a última hora siempre terminé comprando un huevo o dos a Miguelito porque toda la publicidad está armada para hacerte sentir la peor madre del mundo si no lo haces. Este año decidí que no me iba a dejar engañar una vez más y que íbamos a tener una pascua diferente. Y la tuvimos.

Hace tiempo que quería hacer una búsqueda al tesoro con Migue, porque entró en esa etapa de que le gustan los piratas. Aproveché la oportunidad y también ideamos algunas otras actividades para el día de hoy, que fue según Nuez, la primita de Miguel, fue "la mejor pascua de todos los tiempos" :)

Empezamos pintando huevos de gallina con tempera y plasticola. Por dos semanas abrí los huevos con cuidado y fui reservando la cáscara.  





Después buscamos las golosinas por el patio, lo hicimos en varias etapas. Primero con pistas dentro de botellas de vidrio, como mapas del tesoro, hice en papel viejo y dañado como para dar la impresión de ser algo muy antiguo 


Nuestras sorpresas y tesoro fueron muy sencillos, para ser coherentes con la idea de no incentivar el consumo innecesario. Consistió en un paquete de maní colorido y otro de maní con chocolate, que abrí y dividí en tres paquetes más chicos cada uno, de modo que alcanzara un paquete de cada uno para cada niño. Además, un paquete de caramelos, 6 chupetines y una caja de bombón, a lo que se agregó algunos anillos, pulseras, llaveros, lindas semillas y caracoles que ya teníamos en casa. También hice 6 conejitos, 3 de tela y tres de rollito de papel higiénico. En total gastamos aproximadamente treinta mil guaraníes para tres niños, mucho menos de lo que cuesta un huevo de chocolate.



Dividimos el tesoro en partes, los bombones y caramelos con los anillos y otros objetos en un baúl del tesoro que enterramos en el patio y los paquetes de maní y los conejos ocultamos entre los árboles y en la casa (bajo la cama, bajo la parrilla, etc). Distribuimos los mapas dentro de botellas para que las encontraran. En un segundo momento, en lugar de seguir pistas dibujadas en forma de mapas, buscaron los carteles con dibujo de conejo, que indicaban dónde había alguna sorpresa ocultada. 


La gran atracción fue el tesoro enterrado, que encontraron con la ayuda de otro mapa. Cada uno tenía su palita.




Después de todo, se juntaron para compartir igualitariamente todo lo que encontraron, lo que fue dado como principal regla del juego al iniciarse la búsqueda.

¡Muy divertido! Pero ojo, eso no fue todo. Después, aun pintaron dibujos del conejo de pascua con un huevo que contenía las palabras "justicia, igualdad y libertad" como una forma de recordar que necesitamos renovación y renacimiento en el ámbito social y político también y no sólo como símbolo de pascua. Leímos un cuentito y por último merendamos ricas tortitas, que los niños decoraron por su cuenta.



Migue, Nuez y Miel estaban extasiados y felices, los adultos chochos. Todos nos divertimos. Y yo, además, estoy satisfecha de poder enseñar valores a mi hijo y a sus primitas. Aprendimos que no hace falta mucho para divertirnos y ponernos contentos, que lo importante es jugar y disfrutarlo juntos. Me encantó la experiencia y quiero repetirla cuanto antes. Y a los niños por supuesto que les pareció la mejor aventura de sus vidas, nunca Nuez y Miel me abrazaron como hoy, creo que les conquisté definitivamente.

Espero que ustedes se inspiren y se animen a hacerlo también. Si llegan a inventar algo similar cuéntenme :D

¡Felices pascuas!

domingo, 6 de abril de 2014

Somos todas Adelir: por un mundo sin violencia obstétrica

Hay cosas que pasan en el día del parto que te marcan, creo que por toda la vida. No sé, hace sólo tres años del mío. Pero sin duda es el día más feliz de nuestras vidas. O el más traumático. Cuanto más leo relatos y experiencias de parto más segura estoy que tener un parto feliz es algo por el cual se pelea, no es algo que pasa naturalmente. Pero acá en Paraguay muy poco se habla de violencia obstétrica, la verdad es que ni sé si ese término está del todo correcto en castellano porque acá nunca lo escuché.

Gritos, chantajes emocionales poniendo en duda la salud del bebé y de la madre, negación de información sobre los procedimientos y sobre los medicamentos utilizados, negación del derecho de tener alguien que acompañe a la madre en el momento del parto, práctica de procedimientos innecesarios sin el permiso de la madre/paciente, desrespeto a la decisión de la madre sobre el parto en el último momento bajo algún argumento infundado que la madre no está en condición de considerar objetivamente, biberones dados sin permiso, bebés que son llevados sin que la madre los toque o los vea y que sólo regresan dos horas después, ya satisfechos con mamaderas. Cicatrices, bebés asustados, mamás mutiladas, traumatizadas: PARTOS ROBADOS.

Recientemente a través del blog Cientista que virou mãe vi un ensayo fotográfico que trae como tema la violencia obstétrica y pone en foco las cicatrices que deja en sus víctimas y frases con cosas horribles que escucharon o que les pasó durante el parto. Sí, mujeres que debían protagonizar el día más feliz de sus vidas y terminan sufriendo torturas físicas y psicológicas. Yo lo sé, yo lo viví. Tuve que escuchar en el día en que se me rompió la bolsa que mi médica no es de esperar el parto normal, después de 38 semanas diciéndole que lo prefería. Y el argumento que usó para hacerlo, después, a través de lecturas provenientes de profesionales comprometidos con la salud y los derechos de las madres y mujeres en general, descubrí que era falso. Luego después del parto sufrí la presión de escuchar a cada rato "si no aprende a chupar le voy a dar el biberón" sin tener ningún profesional que me apoye y me explique cómo amamantar. Y vi a mi bebé después que su hermana, su sobrina, su padre, todo el sanatorio ya lo había visto a través de un vidrio a pesar de ser un bebé perfectamente sano.

foto de Carla Rairter, parte del proyecto 1:4 retratos da violência obstétrica

tatuaje cita algo que dijo el obstetra y que se resume como "recomiendo una cesárea, tu bebito no quiere morir". Es decir, hay un apelo emocional y no un argumento objetivo para la afirmación de que hay que hacer una cirugía

Mucho podía contarles sobre qué se siente en tener frustradas las expectativas en relación al parto, pero no es sobre mi parto que les vengo a hablar hoy. Lo que me pasó acá en Asunción hace tres años no es nada comparado al caso de Adelir Carmem Lemos de Góes en Brasil la semana pasada. El 1 de abril Adelir empezó a tener los primeros dolores de parto y acudió al hospital. La médica le dio como única opción hacer una cesárea. Adelir no quiso hacerlo, el bebé estaba bien, los latidos cardíacos normales, presión normal, decidió ir a su casa a esperar el momento más oportuno para volver al hospital y tener un parto natural. Adelir sabía que el trabajo de parto podía durar todavía unas cuantas horas y estaba asistida por una doila. No tenía intención de hacer un parto en su casa, sólo iba a esperar la hora correcta de volver al hospital. Esa hora no llegó. En la madrugada policías armados invadieron la casa de Adelir amenazándola a ella y al marido delante de sus dos hijos mayores y obligándoles a subirse en una ambulancia. Adelir fue arrestada, secuestrada, obligada a hacer una cesárea sin su consentimiento. Además de obligarla a la cirugía le negaron el derecho a tener su marido acompañándola durante el procedimiento, lo que en Brasil es garantizado por la ley federal 11.108/2005.

foto de Adelir en la noticia sobre su parto forzado 

La ley no fue respetada, la decisión de una madre no fue respetada, el derecho de una mujer sobre su propio cuerpo fue violado en favor de la supuesta garantización de la vida de un bebé, garantización esa que fue basada en la opinión de una única médica y nada ni nadie más.

El caso de Adelir es el caso más extremado que ya vi de violencia obstétrica. Representa una gran angustia y un gran dolor para mí y muchas madres que decidieron informarse y militar por el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, nuestro partos, para que nadie nos vuelva a engañar y someternos a cirugías que no queremos. Representa, como afirman en la convocatoria brasileña para un acto de apoyo, la violación de los Derechos Humanos, de los Derechos de las mujeres, de los Derechos sexuales y reproductivos, de los Derechos de las minorías (Adelir y su familia son gitanos). Representa la militarización de la policía y la debilidad y falsedad de nuestra democracia que viola su propia constitución arbitrariamente.

A Adelir no le van a devolver su parto robado por el antojo de una médica y el Estado brasileño. Pero el Brasil y el mundo se movilizan en apoyo a Adelir y en defenza de los derechos humanos. El 11 se hará un acto con la consigna “Somos Todxs Adelir – Acto en Contra a la Violencia Obstétrica” y yo a través de ese espacio me sumo a esa movida porque Adelir soy yo, somos todas las mujeres que peleamos por nuestros derechos.

arte de Ana Muriel 

ilustración de la convocatoria para el acto nacional
#somostodxsAdelir


#SomostodasAdelir #meucorpominhasregras

Convocatoria para la movilización nacional:

https://www.facebook.com/events/304993139652198/

Más informacioes sobre el hecho (compilado del sitio arriba mencionado):
http://www.bbc.co.uk/portuguese/noticias/2014/04/140404_cesarea_debate_pai_rb.shtml
  



sábado, 5 de abril de 2014

De la obligación de usar/querer rosa o azul

El peluche de la foto se llama Pepito, no porque le di ese nombre sino porque ese es su nombre de fábrica. Estuvo muy de moda en Brasil en los años 90', era el premio más deseado de la mayoría de las rifas, todos queríamos un oso Pepito, era el objeto de deseo de mi niñez. Un osito para dormir abrazados, con pijamita y gorra de dormir, pura ternura. Era el peluche más deseado de mis 9, 10 años. Tanto que me recuerdo perfectamente el día en que fuimos a comprarlo, y cómo volví contenta de la tienda abrazándolo y sintiendo su rico olorcito de peluche nuevo. Pero no estaba 100% contenta, me sentía rara.



A Pepito lo tengo hasta hoy, está como nuevo como pueden ver. Suele estar sobre la cama de Migue, para el espanto de la gente que viene a visitarnos y ve ese peluche rosado en la cama de un varoncito, sin saber que el peluche en realidad es un recuerdo mío. Lo que nadie nunca supo es que ese desconcierto por el color también lo viví yo con Pepito.  En mi imaginario siempre fue varón, a pesar de ser rosado, su carita siempre me pareció masculina y eso nunca me pareció raro. El problema siempre fue otro. El problema es que Pepito siempre fue mi alegría y mi frustración. 
Pepito celeste  aquí

El día que me lo regalaron me quedó en la memoria no sólo por la alegría sino más bien por esa sensación rara de no poder tener lo que uno quiere, de ser obligada a tener algo queriendo otra cosa.  Nunca me olvido que el Pepito celeste me pareció más bonito, quizás porque siempre me pareció que los pepitos son varones, no lo sé. Lo que sé es que entré a aquella tienda cuyo nombre ya no me recuerdo y me encantó el Pepito celeste, ¡qué lindo era! ¡Qué divino! Era como un sueño cumplido. Tal vez algunos digan que en aquel momento ya estaba destinada y ya presentía que iba a ser mamá de un varón y no de una nena, tal vez, no podemos afirmar ni que sí ni que no, lo que sí es que tenemos impregnados en nuestro imaginario eso de rosado para nenas y celeste para varones. 

Al Pepito celeste lo abracé con todo mi amor y lo dejé allá en la tienda, porque me sentí en la obligación de llevar el rosado. No me recuerdo si mamá me dijo que lleve el rosado, pienso que no, mamá siempre nos dejó jugar con lo que queríamos. Pero yo tenía por alguna razón esa regla, ese tabú hacia el celeste, esa sensación de tener que elegir entre mi gusto por el celeste y la obligación por el rosado. Ganó la obligación.

Pepito gigante para adornar la cama, solía ser premio de las rifas.
De ese sí tuve un celeste pero no daba tanto gusto porque era demasiado grande


A mi Pepito rosado lo amé con todo mi corazón, tanto que lo conservé. Dormíamos juntos, le leía cuentos, y hasta hoy disfruto darle un abrazo y usarlo como almohada. Y hasta hoy, cada vez que lo abrazo, se me viene en la mente la imagen del Pepito Celeste y pienso qué feliz sería si alguien me lo regalara, aun ya siendo grande. Y, como mamá, lo que siempre pienso cuando veo mi Pepito es: ¿Hasta cuándo los niños van a tener ese tipo de frustración? ¿Hasta cuándo vamos a reproducir esos estereotipos?  

"El dragón perezoso" y otras historias

Debido al trabajo y los cambios de rutina que significa el inicio de clases el blog estuvo un poco olvidado. Pero eso no significa que no estuvimos haciendo manualidades y leyendo libros infantiles. Por el contrario, tenemos muchos juguetes reciclados para mostrarles y, además, Migue entró en esa linda etapa en que no se duerme si no le leemos algo. "Un libro y lalala" es la consigna para dormir y significa que después de leer quiere una canción de cuna <3. Hay veces que me pide leer tres o cuatro veces la misma historia y me duermo leyéndole y hay veces que pide que le lea durante el día. Eso es lo más importante y me llena el corazón de alegría, porque el niño tiene que querer a los libros y divertirse con ellos y no solamente tenerlos como narración de cuna.

Pero bueno, para empezar a ponernos al día, hoy les traje el libro preferido de Migue, ese que de tanto leerle y de tanto gustarle ya empieza a memorizar algunos trechos y a contar él mismo algunas páginas. El libro es Cuento de buenas noches para los más pequeños de la editorial Usborne. Tiene 133 páginas y reúne cinco historias de varios autores:

  1. "La boda de los ratones" (cuento popular adaptado por Mairi Mackinnon e ilustrado por Frank Endersby)
  2. "El dragón perezoso" (cuento de Kenneth Grahame adaptado por Lesley Sims e ilustrado por Fred Blunt)
  3. "La tortuga y el águila" (fábula de Esopo adaptada por Lloyd Jones e ilustrada por Eugenia Nobati)
  4. "La cigarra y la hormiga" (fábula de Esopo adaptada por Lesley Sims, ilustrada por Merel eyckerman)
  5. "El búho y la gatita" (poema de Edward Lear, ilustración de Victoria Ball)


Es de esos libros que valen más por la ilustración que por el texto, pero que mantiene la gracia y un ritmo agradable en la parte verbal. Ideal para niños pequeños, como el título ya avisa. Poco texto, pero con hermosos dibujos que te permiten inventar nuevas historias o agregar nuevos detalles a la historia cada vez que lees. Lo lindo es la variedad de géneros que trae, ya que pasea por el cuento, la fábula y el poema.

La historia preferida de Migue por supuesto que es la del dragón. Está en una etapa en que le encanta todo lo que es de monstruos, dragones, dinosaurios o robots. "El dragón perezoso" es un dragón que vive en un monte cercano a una pequeña villa. Un día llega el papá aterrorizado contando lo que vio y el hijo, un niño muy vivo, deduce que es un dragón y decide ir a ver si ese dragón es bueno o malo. En ese momento el niño saluda y dice "¡hasta la vista!" pero Migue siempre prefiere decir "¡Adiós mamá!, ¡Adiós, papá! :). el dragón resulta ser bueno y cuenta muchas aventuras al niño hasta que toda la villa se entera de la existencia del dragón y pasan a temerle y a querer que San Jorge, el mata dragones, lo desafíe a un duelo. En eso empieza la aventura del niño, que trata de impedir que le pase algo malo a su amigo dragón. Después de mucha aventura todo termina en un gran banquete y Miguelito se pasa nombrando todos los alimentos de la mesa ilustrada.

Una linda historia que recupera los temas medievales de dragones y caballeros, uno de los temas más emocionantes para las criaturas. ¿Quién nunca se imaginó matando dragones y salvando doncellas o siendo salvados? Pues lo divertido de esa historia es que el que generalmente es el villano es el que necesita ser salvado y el ingenio del niño es el factor determinante para ello (tal vez por eso le guste tanto a Migue, porque siente que podría protagonizar esa historia).

Los que quieran adquirir ese libro pueden acercarse a la librería Oceano.

Y para seguir divirtiéndose con las historias no se olviden ponerse a dibujarlas :D