Translate

lunes, 13 de enero de 2014

Maravillas de unas villas: 15 años sin Josefina Plá

Sobre la Avenida República, entre el Congreso y el Palacio López, un pequeño trecho de lindos edificios antiguos. Uno de ellos es el local del Centro Paraguayo de Teatro (CEPATE) que el sábado acogió al público para un homenaje a Josefina Plá por el 15º aniversario de su desaparición. La pequeña biblioteca del Centro, que lleva el nombre de su maestra homenajeada, quedó chica para la cantidad de gente que acudió al local. El público acompañó la velada desde los pasillos, desde la vereda, a través de la ventana, una linda muestra de cómo se la quiere a Doña Josefina, de cómo sigue viva en el corazón y la memoria de muchos presentes que la conocieron.
 acto en homenaje a Josefina Plá en el CEPATE integran la mesa Miguel Ángel Fernández, Heddy Benítez, Gladys Carmagnola y Victor Bogado (foto de Última Hora)


Más que charlas sobre literatura y arte, tuvimos el testimonio cariñoso de amigos y discípulos como Gladys Carmagnola, además de la lectura de poemas que hizo Heddy Benítez. Acompañamos, muchos con lágrimas en los ojos, la lectura de su historia de amor con Adrés Campos Cervera, en la voz emocionada del profesor Miguel Ángel Fernández, que terminó su exposición con el siguiente párrafo:

El 11 de enero de 1999, una ancianita ciega y sorda, 
nacida casi noventa y seis años antes en Lobos, una 
pequeña isla de las Canarias, que conoció al gran 
amor de su vida en una villa joyosa a la vera del mar 
Mediterráneo y llegó al Paraguay el 1 de febrero de
 1926 para gloria de su arte y literatura, se extinguía 
para el mundo, dejándonos como legado una obra
de extraordinario valor por su autenticidad vital y su
 plenitud estética.

Después del brindis y las obras de teatro, creo que todos dejamos el centro histórico de Asunción emocionados y con la sensación de estar acompañados de Doña Josefina, la que para mí es la figura más importante del arte y de la literatura paraguayas.




Es con esa emoción que hoy les presento Maravillas de unas villas, el único libro de cuentos infantiles de Josefina Plá, nacido de su experiencia de abuela contadora de historias.



Las villas de Maravillas de unas villas bien podían pertenecer al Reino del Revés de Maria Elena Walsh, o al País del Nunca Jamás de J.K. Barrie (autor de Peter Pan) porque nos llevan a un universo mágico absolutamente maravilloso en donde todo es muy distinto de la realidad. Los 12 cuentos que forman el libro tienen una unidad temática que es el intento de solucionar problemas de un pueblo. Así, en Villaflacos intentan ser gordos, en Villaoscura intentan crear ventanas en las casas que sólo tienen una entrada de luz y acceso en el techo, en Negriburgo tratan de solucionar el problema de la falta de color que les hace invisibles hasta a sí mismo...

Lo mejor del libro es que las historias no están escritas facilitando el estilo o el vocabulario sino que son de una riqueza lingüística y literaria que pueden agradar no sólo a chicos sino a grandes. Tampoco están hechos con alguna función didáctica, no enseñan nada en particular, son auténtica literatura, de esas que no sabemos exactamente qué función tiene pero nos lleva a otras dimensiones, nos hacen viajar e imaginar y nos producen el mejor de los deleites. Literatura de verdad, con L mayúscula, sin tratar a los niños como torpes a quienes hay que hacer todo simple y sencillo.

Las ilustraciones que esta nueva edición de la Colección Piolín son las mismas de la primera edición, de 1988, hechas por niños y niñas de ocho a doce años. La editora, Gladys Carmagnola, cuenta su emoción de encontrar a esos niños muchos años después de la primera publicación y habla acerca del libro con las siguientes palabras que transcribo del prólogo:

Decía Doña Josefina que sus historias para la gente de menor edad 
había empezado como relatos orales muy eficaces para tener cerca 
a sus nietos un momento más. De modo que al poder de su amor hacia 
sus nietos debemos este libro (...) / En estos cuentos plenos de 
imaginación, gracias y belleza, viven el espíritu juguetón
 y el infinito sentido del humor de Doña Josefina, 
no siempre evidentes en esta mujer extraordinaria (...)

Sin duda es un libro que no puede faltar en la biblioteca de nuestros niños, no se olviden que los adultos también pueden encontrar esos cuentos en la edición de los Cuentos Completos de El Lector y así también disfrutan otros cuentos.


Me despido con algunas ilustraciones, dos del llibro y una que hice con Miguelito después de leer uno de los cuentos. ¡Nos vemos pronto!


Las gorduras de Villaflacos


No hay comentarios:

Publicar un comentario