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lunes, 10 de febrero de 2014

Lactancia ¿instinto o ideología?

Uno de los temas que más me tiene preocupada es el de la lactancia. Como madre que amamantó por casi tres años, como madre que creció en una familia en donde varios primos mamaron por más de un año y medio, como madre que como hija mamó hasta los dos años y medio, como madre que desde que supo que estaba embarazada quiso amamantar, realmente me preocupa el tema. Porque desde que me embaracé la gente fue creando problemas y tratando de convencerme de que a lo mejor no podría amamantar, que a lo mejor no iba a tener leche, que a lo mejor iba a cansarme y era mejor usar fórmula, que a lo mejor, a lo mejor. Quizás quizás quizás, pero no era una música muy agradable: eran amigos, parientes, desconocidos, enfermeros, obstetras, pediatras, todos creando problemas y mitos sobre el acto de amamantar, todos creando una especie de miedo o tensión, perjudicando la lactancia. Ya les conté en otro momento que mi hijo mamó porque quise yo, porque dije a la enfermera que se iba a morir de hambre pero no iba a tomar biberón porque yo era sana y tenía leche y nadie me iba a quitar el derecho de hacer lo natural, lo normal ¿cómo cuernos la gente dejó de verlo y empezó a creer que es mejor darle un pico de plástico con una fórmula que ni sabemos qué contiene? ¿cómo los profesionales de salud terminan siendo más fieles a la industria de leche en polvo que a los pacientes? ¿dónde está la ética? ¿dónde está el buen sentido? ¿el instinto? 

primeros minutos de vida, en lugar de enseñar y orientar 
a dar el pecho lo llevaron y le dieron bibeberón

En tres años de lactancia sufrí mucha discriminación, porque un niño que mama prácticamente parado es más feo para el imaginario colectivo que un bebé recién nacido con chupete o biberón ¿se dan cuenta de la inversión de valores? Porque lo lindo y chuchi es estar divina mientras el hijo toma biberón, la teta es cosa de indígenas, cosa de pobre ¡Cuánta ignorancia! ¡En serio! Primero porque nunca dejé de sentirme divina amamantando, por el contrario, siempre me sentí una mujer maravilla, todo lo que mi hijo necesitaba lo fabricaba yo, ¡fantástico! Segundo porque somos mamíferos, debemos, tenemos que, necesitamos mamar la leche que sale de nuestra madre, es natural, no es cuestión de clase. 

En Brasil hace poco hubo un escándalo en la web con un texto en el que un bebé era el personaje y decía que quería leche en polvo ¿Cómo se le ocurre a un adulto escribir que un bebé prefiere fórmula? ¿Cómo la sección dedicada a la educación y salud infantiles de una revista permite semejante posteo? Al lado del texto había la publicidad de una marca de leche ¿sospechoso? Y sí... La vida es una industria, los niños, consumidores en potencial, cuanto antes consumen mejor, si ya nacen consumiendo, ¡perfecto! ¿y vamos a seguir no más la onda y ser víctimas de la publicidad? ¡Yo no!, en ese punto nunca, ¡jamás!

1er día 1ª mamada, después de mucho sufrir (ya estaba satisfecho 
y acostumbrado con el biberón y no quería tomar el peho)

Cuando Miguel Ángel tenía un año y ocho meses le dije a su pediatra -que siempre nos había dicho "leche materna por mínimo dos años, recomienda la OMS"- que lo iba a despechar, no aguantaba ya la presión social de ser madre que amamanta en un mundo lleno de biberones. Se lo dije, en la esperanza que me dijera una vez más "mínimo dos años, es lo recomendable", porque era apoyo lo que yo quería. Pero no, dijo que sí, que ya era más que hora. ¿y dónde está la coherencia, doctor? ¿Ud. habla por la Organización Mundial de Salud pero no lo asume por si mismo? ¿Dónde está la coherencia? Nos fuimos a otro pediatra, para tener una segunda opinión sobre la posible alergia que tenia nuestro hijo (y no sobre lactancia). El Dr. Aníbal Carrillo nos hizo un cuestionario y cuando preguntó cuánto tiempo  Miguel había mamado supo que todavía lo hacía y nos elogió mucho, dijo que era genial, que con razón Miguel Ángel era tan sano (era la primera vez que se enfermaba y era posiblemente una alergia respiratoria no más) y le dije "sí, pero ya lo voy a despechar". Y me miró como si hubiera dicho "ya no le voy a cuidar" y me dijo "nooooooooooooo madre, ni pensarlo, ud. es sana, es fuerte, puede amamantarlo hasta cuando quiera, es lo mejor para él". En ese día sentí que por fin encontré un profesional  en que podía confiar y que nos apoyaba en nuestra "locura" (porque la gente nos miraba como si fuéramos locos), un médico que trabajaba para sus pacientes y no para la industria de leche, el mismo médico que dijo que a esa edad ya podía tomar leche de vaca no más (además de la leche materna), "¿para qué fórmula?, no hace falta la fórmula". la verdad es que ni sabemos qué exactamente contienen las fórmulas. Y con eso, y con pocas conversaciones en actos sociales con el Dr. Joel Filártiga -que no es pediatra pero todos conocen su trayectoria y saben cuánto denuncia los alimentos que causan daños a la salud (recién presentó un informe sobre la relación entre los transgénicos y el aumento de los casos de cáncer)- llegué a la triste conclusión de que hoy la lactancia materna es una cuestión ideológica y no biológica. Es horrible, pero es así. Es absurdo pero lo veo, lo sentí en la piel. Si la madre no tiene bien clara y definida su opción, si no tiene convicción y argumentos, cualquier médico o pariente o desconocido le engaña con el cuento de la poca leche, de la fórmula para descansar un poco, de que los varoncitos necesitan sí o sí fórmula porque comen demasiado y nunca es suficiente la leche de la madre. Si no es un médico comprometido con la causa popular, ya te enchufa una formula aun antes de que nazca el crío, si no es alguien que tiene información, que conoce y ve críticamente los discursos de los profesionales, de los medios, de la sociedad, sabe del sanatorio con el niño con biberón y chupete en boca. ¡Qué tristeza me da!

1 año 3 meses, última foto mamando porque después ya no hacían sentir vergüenza
y ya no quise sacar fotos para ocultarlo

Hoy volví a pensar en todo eso porque encontré una entrevista con otro pediatra comprometido, el español Carlos González, y es tan lindo y grato encontrar gente que trabaja por la gente y no para la industria que no pude dejar de escribir para agradecerles y hacerles conocer. En textos futuros voy a traer ese tema a través de reseñas de estos médicos y otros, con suerte hasta logro entrevistar a los paraguayos ¿qué les parece? Otro tema que pienso traer es el parto, ¿ya se preguntaron cuántas cesáreas hechas son realmente necesarias? ¿ya se dieron cuenta que un procedimiento que debía ser usado sólo en caso de emergencia hoy es tenido como primera opción? ¿qué problemas puede traer esa práctica? ¿ya pensaron? Todo eso nos vamos a preguntar e intentar contestar con la ayuda de profesionales. Por hoy sólo quisiera dejarles con el vídeo en el que el Dr. González habla de la lactancia usando una metáfora muy buena: la de la silla de ruedas. Él dice que optar entre leche materna o leche en polvo es tan absurda como optar por caminar o andar en silla de ruedas. Nadie anda en silla de ruedas si puede caminar y nadie debía dar leche en polvo si puede amamantar.

No quería dejar de mencionar que los médicos mencionados no fueron los únicos que apoyaron la lactancia acá en Paraguay, sólo los menciono a ellos porque fueron un apoyo en un momento en que casi dejé de amamantar, y porque siempre están peleando por la mejoría de la salud y los admiro mucho, les recomiendo que busquen saber de ellos, principalmente del Dr. Filártiga que viene luchando desde la época de la dictadura.  También quiero aclarar que ese texto no tiene ninguna intención de ofender a las madres que por alguna razón no amamantaron, sobre eso vamos a hablar en otro momento, hay varios problemas que llevan a eso, empezando por la licencia maternidad que es un chiste, ¿no es cierto? ¿cómo amamantar por lo menos por 2 años, y exclusivamente por 6 meses, si la licencia dura 3 meses? Sólo teniendo la suerte de trabajar en casa como yo lo hacía como traductora y correctora de textos, o dedicándose solamente al hogar y al hijo (lo que no está mal pero está ya lejos de la realidad de muchas mujeres). De todo eso hay que hablar, por todo eso hay que pelear, de todo eso quiero conversar con ustedes, las madres y los hijos se lo merecen, todos lo merecen, por la calidad de vida y el futuro de nuestra especie.

Los veo pronto, ojalá les haya dejado algunas interrogantes y que sigan con las ganas de tratar el tema.

No se olviden de ver el video del Dr. González:


domingo, 2 de febrero de 2014

Crear con rollos no es un rollo

Uno de los objetos que más me gusta reciclar en las actividades con Miguelito es el rollito de papel higiénico. La forma permite hacer desde títeres hasta cajitas contenedoras de caramelos y el cartón es uno de los materiales que más me gustan, permite hacer de todo, desde un juego rápido con pintura y pincel creando algo momentáneo y desechable hasta trabajos más complejos y duraderos. En los dos últimos cumpleaños de Migue usé como ítem de decoración, y pretendo seguir usándolo. Acá nunca tiramos los rollitos (el de papel de cocina tampoco). hace unos días hice algo  rápido, só pegué papel para hacer pelo y ojitos y le dejé pintar libremente a Migue.




Hoy por coincidencia encontré en un sitio español un modelo más prolijo que se puede hacer con más tranquilidad y con niños más grandes: 


De paso les muestro lo que hicimos para los cumpleaños. Para el tercer cumple monstruitos con caramelos y chupetines: 

En el segundo cumple el motivo fue autitos, hice 5 de esos en los colores de la fiesta para adornar la mesa (en otro momento les enseñaré cómo se hace):


¿Y ustedes? ¿suelen aprovechar los rollitos? ¿Me mandan sus ideas? Les pongo abajo algunas otras ideas que encontré en la web:
castillos y coronas aquí

animales, en el sitio hay moldes para cortar y pegar al rollito 

cajita de regalo aquí

guirlanda para la puerta aquí

¿Qué cosas les gustaría que haga para mostrar en el blog?