miércoles, 3 de diciembre de 2014

Sueño atrapado


mi primer atrapa-sueño

Siempre me gustaron los atrapa-sueños, no necesariamente por su significado original, que es bastante lindo, sino por lo que representa en nuestra cultura hoy. Es decir, me fascina la dimensión mítica que envuelve ese y otros objetos indígenas o no indígenas, la creencia popular, la magia, todo el misticismo depositado en una forma, en un tejido, unas plumas, pero no es que crea que me va a proteger de las pesadillas y los malos sueños. Me encantan justamente por lo que no son, o no debían ser, me gustan por ser un objeto muy reproducido y comercializado por artesanos por las calles, por hippies, como siempre los clasificamos. Y los hippies para mi significan mucho, representan esa posibilidad de una vida menos loca, menos competitiva, en el sentido de poder vivir sin estar tan preocupado con cuánto podes comprar, esa posibilidad de vivir medio al margen de todo ese sistema de adquisiciones monetarias, de trabajar más y más y nunca tener lo que se quiere, y nunca contentarse con lo que se tiene. Me gustan los atrapa-sueños porque son lo más hippie que puedo imaginar, tan hippie como un dread en el pelo o cualquier otro estereotipo que podamos recordar.

atrapa-sueño hecho con la colaboración de Miguelito <3


Una vez un amigo me dijo que no le gustaba que le dijeran hippie, que no era sino un artesano libre, un artesano que vivía como le gustaba, con tranquilidad.  Eso representa el atrapa-sueño para mí,  la vida tranquila que no me animo a tener, porque no puedo dar el salto que dieron algunos de mis amigos (a nosotros nos encanta hacer amistad con los hippies  escuchar tantas historias de gente que se animó a vivir de manera distinta, a lo mejor es una manera de sentir que todavía a lo mejor, quizás, algún día, podemos animarnos a ser diferentes). 

Así, cuando leí ya hace varios meses que habría un taller de atrapa-sueño en la Ludoteca ClubPeler no pensé dos veces, me fui a liberar esa alma hippie que hay en mi, ese deseo de libertad y tranquilidad. Y no pudo ser mejor, me sentí leve y feliz, como si todos los malos sueños hubieran ido lejos y sólo las buenas cosas quedaran atrapadas en mí.

taller de atrapasueños 11/08/2014 en la Ludoteca

Pasamos un buen momento en familia y ahora nuestros atrapa-sueños están al lado de la cama, para recordarme, al despertarme y al dormirme, que en cualquier hora se puede soñar un mundo mejor.

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